Ya se sabe, en determinadas personas el exceso de apetito obedece a causas psicológicas. Tales individuos usan los alimentos como un sustituto para la satisfacción que deberían obtener de otras fuentes emocionales. Pobre, a Lilita le pasa eso y nadie la entiende. ¿Alguien que le quiera dar una mano? ¿Una piña colada? ¿Un puntín de fresa en el tujes? Vamos, sean solidarios, che...

A menudo, a falta demorfi bueno es chuparse un matecito. Seguí chupando, Lilita, seguí chupando. Antes que entrarle a los bizcochitos de grasa, que aparte son tan poco cool, ¿no?
.jpg)
Ah, eso sí, a veces ni el mate ni el morfi alcanzan. Para eso, nada como un buen pucho. ¡¡¡Seguí chupando, Lilita, seguí chupando... segu
í chupando que te vas a enloquecer...!!!
.jpg)
Y si con eso no te alcanza, querida Lilita, te vas a un spa al Este... ¡¡¡Y chau, Pinela!!! Seguro que vas a conseguir algún empresario que te banque el pasaje en Pluna, y a ningún medio se le va a ocurrir averiguar cuánto salió el pasaje, bebota rechonchona...
1 comentario:
Jajajajaja, tiene diarrea oral la pobre...
Publicar un comentario